Las destilerías pronto entendieron el fuerte poder de evocación de las esencias florales, como la lavanda, una de las hierbas más preciadas de la botánica, y no sólo por sus virtudes terapéuticas y relajantes, sino también por su tremenda capacidad de seducción. No en vano la denominan l´or bleu (oro azul) de las praderas.
Poco después, los amantes del cóctel se empeñaron en buscar el complemento perfecto para el GinTonic, y pronto se dieron cuenta del potencial del oro azul como aderezo. Hasta ahora los mixólogos han enriquecido el GinTonic añadiendo un toque herbáceo según la marca de ginebra y sus esencias botánicas básicas de elaboración. Sin embargo, los expertos en el perfeccionamiento del agua tónica han inaugurado un nuevo estilo en coctelería.
Es el caso de Schweppes, que inspirándose en la tradición de los maestros destiladores de esencias, creó su propia Tónica Premium con esencia de lavanda y azahar para perfumarnos a través del olfato y también del paladar. La exaltación de las notas florales hace que sea una tónica perfecta para ginebras secas como Bombay Sapphire y Voortrekker, que además permiten toques cítricos.
Además, así como los campos de lavanda se ubican en exuberantes paisajes de diferentes azules o los perfumes se instalan en frascos glamurosos, la tónica Premium de lavanda y azahar ha de ser envasada en una botella que evoque la alta joyería de la que proviene su creador; una edición Heritage que recupera el formato original; una joya para nostálgicos.