No se mide en segundos ni minutos, ni existe una misma hora para todos. Momento GinTonic es la experiencia de ese espacio de tiempo donde el mundanal ruido desaparece de nuestro cerebro, ya sea la voz de nuestro jefe; el llanto de nuestro hijo; el tráfico; o las melodías del móvil. Es cuando una suave mueca sonríe hacia uno mismo antes de dar el primer sorbo. Lo mejor de todo es que se llama: "Momento GinTonic". Winston Churchill decía que: "El GinTonic ha salvado más vidas y mentes de ingleses que todos los doctores de este país", y tenía razón.
Y es que, los beneficios físicos de esta bebida son conocidos por todo amante de la tónica y las virtudes de la quinina; entre los beneficios mentales hay uno para cada persona a la que le preguntes, pero siempre con un denominador común: el mejor coctel posible es el GinTonic.
GinTonic tal vez sea el matrimonio más sólido hasta la fecha, por llevar juntos desde que se conocieron, y porque cada momento es como el primero. Algunos consideran que se debe a que tienen una relación abierta, donde la tónica puede llevarse muy bien con otras bebidas, como el vodka o el Martini, o la ginebra con el limón o la naranja. Sin embargo, vayan donde vayan y prueben lo que prueben, siempre acaban volviendo porque cuando se juntan, la copa amplía las percepciones de los sentidos. El Momento GinTonic entra por los cinco sentidos.
Para algunos es el sonido del hielo al rozarse con el cristal el que le hace comenzar a degustarlo como si fuese el sonido de la campanilla del perro de Pávlov; a otros es ver cómo la tónica cae sobre la ginebra comenzando un baile de burbujas hipnótico.
Para las mejores narices es el aroma que desprende cuando los aderezos se mezclan en la bebida, y siempre estarán los que al coger el vaso helado todo lo demás se desvanece. Pero el momento culmen llega cuando en el primer trago de tu GinTonic se suman todos esos placeres a la vez al llegar al paladar, para después, muy despacio, dejarte caer levemente hacia atrás para apoyándote en el respaldo y volviendo a mirar a tu alrededor como sólo la experiencia te ha enseñado.