- Existe un compañero por excelencia que todo bebedor de whisky debería conocer: el Ginger Ale, de alma anglosajona y de gran tradición, su extracto de jengibre es un potenciador sin igual de los matices y aromas del Whisky. Sabor, aroma, tradición, se unen a sus destellos burbujeantes que no sólo potencian el gusto, si no que estimulan la vista y el paladar de los más exigentes.
- Para los más duros, un buen whisky con tan sólo unas gotas de agua que “abra” sus aromas y matices es otra alternativa. ¿Sabías que los productores antes de embotellar el whisky le añaden agua con el fin de bajar el volumen de alcohol? De ahí que añadirle agua se considere una “buena práctica”. La cantidad varía de unas gotas a un chorrito, según lo que pida el paladar. Al reducir la cantidad de alcohol los matices y sabores del whisky “se abren” permitiendo disfrutar de las distintas notas.
- En nuestro ranking es imprescindible añadir una opción con sabor Mediterráneo. El Whisky con Schweppes Limón, es un mixer refrescante que iluminará las noches más divertidas. El equilibrio cítrico y amargo del limón encuentra su combinación en los whiskies dulces y ahumados.
- El toque refrescante y mineral de la Soda es otro gran compañero. El agua de soda es pura carbonatación, sin añadidos ni aromas ni quinina, al rebajar el alcohol afloran los distintos sabores y aromas del whisky. Servido con hielo y un twist de limón será una buena alternativa para una noche calurosa.
- Para terminar, incluimos unas alternativas un poco más exóticas. Desde Extremo Oriente te traemos la combinación de Whisky con Te Verde. Una infusión fría mezclada con un wiski floral aportará unas notas extras de sabores herbáceos muy originales. Para los más golosos, el toque dulce y frutal llega al son de Brasil, el Whisky con Agua de Coco que combina con wiskis ligeros y aromáticos.
Pero como hemos anunciado, cada paladar es un mundo y los whiskies un universo. Por eso nosotros empezamos con nuestro Ginger Ale, el compañero infalible de todo whisky.